Dicen que viajar por carretera en familia es algo muy divertido... a no ser que se trate de los Heffley.
Al principio el trayecto promete, pero no tardan en aparecer unos cuantos problemas inesperados. La gasolinera con los baños cerrados, un cerdito descontrolado, gaviotas enloquecidas... nada que se parezca, ni remotamente, a la idea que tiene Greg de pasarlo bien.
Pero incluso el peor viaje en coche se puede convertir en una aventura ¡y esta parece que va a ser difícil de olvidar!