Tras su publicación, la crítica dijo...
«La Orden del Fénix empieza lentamente, gana velocidad y entonces vuela, con algunos saltos mortales, hacia su feroz conclusión. Cuanto mayor es Harry, mejor es Rowling.»-The New York Times Book Review
«Rowling prima el desarrollo psicológico sobre la acción en esta última entrega, explorando hábilmente el efecto que tiene sobre Harry el declive de su popularidad y el frecuente sentimiento de soledad de la adolescencia [...]. Cuando el lector llegue al final de esta historia, estará ansioso por saber qué le sucederá a Harry en su sexto y séptimo años en Hogwarts.» Publishers Weekly
«Tras la feroz batalla final entre el director y el villano Quien-tú-ya-sabes, puede que te duelan las muñecas, pero querrás más.»-People
«Rowling se ha convertido en una virtuosa de la trama, capaz de asombrar y sorprender según su voluntad.»-Time
«Estos libros no son inofensivos; si son peligrosos es porque la lectura hace pensar a los niños.»-Times Literary Suplement
«La señora Rowling se encuentra en la cima de su creatividad [...]. La última aventura de Potter podría ser El guardián en el centeno sin palabras ofensivas ni alcohol... O quizá tan solo sin palabras ofensivas, pues ¿qué diablos es la cerveza de mantequilla?»-Stephen King
«Somos muy afortunados de vivir en una época donde se escriben obras como ésta.»-Boston Globe
«El humor es uno de los elementos más atractivos del mundo creado por Rowling.»-The Sunday Times
«Quítele el libro a su hijo de nueve años y léalo.»-Sunday Herald
«¡No me sorprendería que el día de hoy fuera conocido en el futuro como el día de Harry Potter!»-Minerva McGonagall
«Para que quede claro desde el principio, contestaré primero a las preguntas más importantes: ¿Vale la pena? ¿Es un libro «redondo»? ¿Atrapa tanto como los demás? ¿Merece la expectativa creada a su alrededor? Mi respuesta es cuatro veces SÍ.»-Stuttgarter Zeitung
«Rowling demuestra de nuevo que es una escritora de gran maestría, capaz de captar el interés de los lectores jóvenes y de los lectores adultos.»-La Stampa