Lola tiene diez coches, nueve canicas, ocho vagones, siete muñecos, seis juegos de mesa, cinco peluches, cuatro pelotas, tres peonzas, dos raquetas. Y un montón de aburrimiento. En cambio, su hermano Simón tiene un gran tesoro y una imaginación infinita.
El cesto de los tesoros es uno de los pilares de la educación infantil actual, que busca el aprendizaje autónomo, aumentar la concentración, la estimulación de la motricidad fina y favorecer el placer de la sorpresa.